07 abril 2006

Caso Danbury, un caso injusto

“… Toda la apabullante historia de cómo Sun Myung Moon y su contador fueron incriminados por el gobierno de los Estados Unidos… debe ser leído por todos los americanos que valoren la libertad religiosa y no quieran que esta injusticia se repita”.
Rvdo. Dean Kelley, Consejo Nacional de Iglesias (*).
UN FALLO INJUSTO
Temas perturbadores en el caso
En la cobertura de los medios de comunicación sobre el Reverendo Sun Myung Moon generalmente se publica que él fue condenado por evasión de impuestos y encarcelado en 1984. Sin embargo, poco se ha escrito con respecto a la controversia alrededor de este caso desde los comienzos, o los temas constitucionales que llevaron a un amplio espectro de organizaciones religiosas y cívicas a expresarse a favor del Rvdo. Moon. La mayoría no son conscientes de que:

El pasivo exigible en concepto de impuestos en cuestión era de 7.300 dólares por un período de tres años, que está por debajo del estándar mínimo que exige el Departamento de Justicia para iniciar una acción judicial criminal.
Los memos internos del Departamento de Justicia indican que virtualmente todos los abogados de larga trayectoria familiarizados con el caso, incluyendo el jefe de la fiscalía de impuestos criminales, se opusieron a la acción judicial contra el Reverendo Moon, pues creían que no había ningún caso para incriminarlo (**).
La Iglesia de Unificación mantuvo, desde el comienzo hasta el fin, que los bienes en cuestión pertenecían a la congregación, bajo el nombre del Reverendo Moon en fideicomiso para la Iglesia. Esta práctica es común para muchas diócesis católicas, y un organismo receptor de grandes y pequeñas iglesias en Estados Unidos. El Rvdo. Moon ha pagado fielmente los impuestos sobre todos los bienes que él consideraba personales. Sin embargo, el gobierno exigió que todos los fondos debían considerarse personales, e insistió en la acción criminal en lugar de la acción civil.

Virtualmente, todas las agencias de seguridad del estado en el país pasaron una combinación de diez años y gastaron incontables millones investigando al Rvdo. Moon y no encontraron ninguna acción ilícita. El periodista de investigación Carlton Sherwood, ganador del premio Pulitzer, llamó a este caso final “la investigación más intensiva y cara de impuestos criminales de cualquier figura religiosa en la historia de Estados Unidos”. Los contadores de la IRS (Oficina Recaudadora de Impuestos) establecieron oficinas en las sedes centrales de la Iglesia de Unificación durante dos años, estudiando minuciosamente los registros financieros de la Iglesia. Lo cierto que la cuenta en la cual finalmente basaron el caso había sido cerrada unos años antes, en 1975, cuando los contadores profesionales de impuestos trabajaron para organizar las finanzas de la joven Iglesia.
El Rvdo. Moon rechazó su derecho a un juicio con jurado, prefiriendo un panel de jueces familiares con las leyes de impuestos, en lugar de un jurado de ciudadanos con parcialidad potencial contra un líder religioso controversial. El gobierno negó el pedido, y el Juez Gerd Goettel impuso un juicio por jurado sobre el Rvdo. Moon. El juez reconoció más tarde que un juicio sin jurado habría sido más justo, e hizo una observación sorprendente que se difundió ampliamente: “Al tratar de obtener un jurado imparcial”, él declaró, “la inclinación ha sido fuertemente hacia personas que no leen mucho, que no hablan mucho, que no conocen mucho, porque obviamente son personas que comenzaron como las personas menos parciales. Contrario a lo que se espera, pueden ser las personas menos educadas y menos inteligentes” (*).

La comunidad religiosa se alarma
Dándose cuenta de que cualquier iglesia podía ser enjuciada del mismo modo, más de 40 grupos religiosos, representando 160 millones de americanos, presentaron un expediente exhortando a la Corte Suprema que anulase la sentencia contra el Rvdo. Moon. Incluía al Consejo Nacional de Iglesias, la Iglesia Prebisteriana, la Liga Católica de Derechos Religiosos y Civiles y la Unión de Libertades Civiles Americanas.
Miles de clérigos a lo largo de Estados Unidos se unieron a la “Fraternidad del Sufrimiento Común” exigiendo ir a la prisión en lugar del Rvdo. Moon. Muchos de éstos eran veteranos del Movimiento de Derechos Civiles, tales como el Rvdo. Ralph Abernthy, el Dr. Wyatt Tee Walker, el Rvdo. James Bevel, el Dr. Milton Reid, Walter Fauntroy y otros que estuvieron junto a Martin Luther King Jr. La respuesta de la comunidad afro americana fue tan fuerte e inmediata que un veterano columnista preguntó: “¿Por qué estas personas, cuyas preocupaciones judiciales tienden hacia los derechos legales de los negros pobres, se mueven para apoyar a un coreano controversial cuyo seguidores son todos blancos?”. La Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur, el Comité Nacional de Clérigos Católicos Negros, la Iglesia Episcopal Metodista Africana y la Conferencia Nacional de Alcaldes Negros también presentaron expedientes a la Corte Suprema en nombre del Rvdo. Moon.

Preguntas sin respuestas
De acuerdo a la revisión del Departamento de Justicia, la misma teoría de impuestos aplicada para sentenciar al Rvdo. Moon lo habría hecho elegible para una deducción caritativa de 7.000 dólares. Un abogado examinador observó que era “contradictorio tratar un cargo de evasión frente a una deducción de 7.000 dólares” (**).
¿Por qué el Rvdo. Moon, quien ha invertido bastas sumas en numerosas empresas en los Estados Unidos, busca deliberadamente defraudar al Gobierno de los Estados Unidos por una suma de 7.300 dólares? Y si él estaba ocultando los bienes, ¿por qué los depositaría en una cuenta bajo su propio nombre, declarando y pagando impuestos sobre todos los ingresos que él consideraba personales?
Conocidos americanos son perdonados rutinariamente por el IRS (Ente Recaudador de Impuestos) por “descuidos” que se elevan a 50.000 y 100.000 dólares, e incluso más, y a través de una acción legal civil simplemente se les pide que paguen la suma adeudada, o se les impone una multa. ¿Por qué se juzgó al Rvdo. Moon criminalmente y se lo encarceló por una suma de 7.300 dólares?
Desde Jesús, hasta Ghandi y Luther King Jr., es común el uso de la autoridad judicial para oponerse a líderes poco populares y revolucionarios. Cuando multas por velocidad y cargos por merodear fallaron en detener al Dr. King, los oficiales auditaron nuevamente su declaración de impuestos y lo acusaron de fraude en Alabama. En el caso del Rvdo. Moon, los profesionales de los medios de comunicación, quienes valoran la verdad y la justicia, deberían ocuparse de no basar nuevas historias en viejos prejuicios y desinformación.
(*) ”INQUISICION: La persecución y sentencia del Rvdo. Sun Myung Moon”, Carlton Sherwood, 1991.
(**) Documentos del Departamento de Justicia, disponibles actualmente debido a la Libertad de información.
Comentarios:
“Visto como un asunto de ley criminal, el registro no establece la culpabilidad de Moon… A Moon se le negó un juicio justo. No es necesario gustar de este gurú coreano para decir, como debo hacerlo, que fue una acusación falsa. No es de extrañar que otras iglesias estén alarmadas”.

James J. Kilpatrick
Columnista Afiliado al Sindicato.
“[El Rvdo. Moon] fue juzgado y sentenciado por operar su Iglesia del mismo modo que lo hacen las demás religiones establecidas en Estados Unidos... La hipocresía de la investigación y la acción judicial selectiva en el caso Moon es tan obvia como asombrosa”.
Carlton Sherwood
Ganador del premio Pulitzer Periodista Investigador(*).
“… El Reverendo Moon fue una víctima de la intolerancia religiosa y racial… Oremos todos nosotros en la comunidad de conciencia y trabajemos para que tal injusticia no suceda nunca, nunca más”.

Dr. Joseph E. Lowery
Presidente (1982), Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur (*).
"La Corte Suprema debe revertir la sentencia de Moon y reafirmar el principio de la Primera Enmienda que no hace distinción entre religiones populares y no populares, credos ortodoxos y no ortodoxos“.

Editorial (2/3/84) de Los Angeles Times (*).
"Siento fuertemente, luego de que mi Sub-comité revisó cuidadosa y objetivamente este caso que se ha servido a la injusticia, no a la justicia. El caso Moon envía una fuerte señal, de que si la visión de una persona es lo bastante poco popular, el país encontrará un modo de no tolerar, sino de sentenciar”.
Senador Orrin G. Hatch, Presidente, Comité Judicial del Senado.